Los líderes de la Unión Europea (UE) y el Reino Unido han tenido otra toma de contacto de la que emana una sensación ya conocida: la desazón en una y otra parte. Aun así, en la cumbre europea de esta semana en Bruselas (Bélgica) se ha apostado por prolongar las negociaciones, que se habían visto bloqueadas en los últimos días. “Tiempo” ha sido quizá la palabra más repetida en la cita, y eso es lo que los 27 han ofrecido al Gobierno de Theresa May para que concrete una nueva oferta con la intención de resolver el punto más complicado ahora mismo: la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte. Lo conocido como “backstop” se ha convertido en la gran pregunta. Muchos temen que los históricos acuerdos de 1998, que pusieron fin a 30 años de conflicto, se hagan añicos. Lo que en un principio se denominó “el momento de la verdad”, en alusión a los resultados de este cita del club comunitario, ha pasado a ser otro compás de espera mientras May resuelve sus problemas internos arropada por un Gobierno débil, que sólo apela ya al aspecto moral de la salida, dejando casi olvidadas las anunciadas ventajas económicas de la desconexión. Invitados: Celia Ferrero, periodista y miembro de la Asociación Europea de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (UEAPME); Rubén Tamboleo, politólogo; Javier Morillas Padrón, abogado y analista político; Fernando Arancón, director de elordenmundial.com.